La Quintacolumna
de Mario Alberto Mejía
La Censura Institucional. Quedó claro que la censura periodística es un tema nacional.
Se fue Carmen Aristegui, y con ella la posibilidad de escuchar radio de 6 a 10 de la mañana.
Sin ella prácticamente nada queda.
Otro espacio vacío para desgracia nuestra.
Cosas de la vida: cuando Arturo Rueda y el que esto escribe fueron echados de la 10.10 de am por órdenes superiores, fuimos a México a dar una rueda de prensa.
Entre los reporteros que acudieron a esa sesión estaba, además de los de Reforma, La Jornada, Televisa y Televisión Azteca, el del noticiero de Carmen Aristegui.
Al día siguiente, todos los medios que acudieron llevaron la nota… con excepción del noticiero de Aristegui.
Recurrimos entonces a Jorge Zepeda Paterson, quien nos recibió en su oficina de la Colonia Condesa, frente al legendario Parque México.
Delante de nosotros habló por teléfono con Ricardo Rocha, Ciro Gómez Leyva y Aristegui.
Los dos primeros nos recibieron en sus estudios y nos dieron el tiempo suficiente para documentar nuestra censura.
La señora Aristegui, en cambio, le dijo a Zepeda que sí, que cómo no, que claro que nos entrevistaría al día siguiente, aunque horas después nos canceló a través de su productor.
Hoy que la censura ha caído sobre ella no sólo nos solidarizamos con ella: lamentamos como radioescuchas su salida de W Radio, donde, por cierto, ya nadie queda.
Ya nada queda.
El Agua Sucia de Tehuacán. La agresión a Javier Arellano Ramírez, columnista y corresponsal de CAMBIO en Tehuacán, tiene varias lecturas.
En primer lugar es, sin duda, una agresión a su trabajo periodístico.
No se trata de un asunto personal.
Es más bien la venganza de varias personas que se sintieron agraviadas por sus columnas.
Los autores de la agresión están plena y claramente identificados.
Son José Raichs Mauleón y Rafael Andrade Torres.
A ambos los une desde hace más de 20 años un parentesco político.
Aunque existen todos los elementos para que el ministerio público consigne la Averiguación Previa 28 /2008 / Primer turno, los hecho que puedan suceder tras las cortinas de la justicia poblana aún son impredecibles.
Y es que ambos agresores se dicen “influyentes”.
Raichs Mauleón, ex candidato a diputado local por el Partido Nueva Alianza, es el hijo putativo de Jorge Rodríguez Méndez, dirigente magisterial.
Y Andrade Torres se ostenta como “protegido” y “ahijado político” de Coral Castillo de Cañedo.
Así amenazó a Javier Arellano en presencia de policías municipales, gritando que “hablaría con Coral Cañedo” y con Javier López Díaz.
Tal parece que esto es cierto ya que Andrade Torres lleva varios años como encargado de la estación Punto Digital de Tehuacán que pertenece a la cadena Cinco Radio.
Pese a las influencias que Andrade dijo tener el Ministerio Público encontró elementos jurídicos suficientes para decretar su auto de detención.
Pudo obtener su libertad pagando una fianza, pese a que el proceso en su contra continúa.
Amén de decirse protegido del “Clan Cañedo”, Rafael Andrade Torres es la actual pareja sentimental de Susana Wuotto Cruz y ambos esperan ser incluidos en la próxima administración municipal de Félix Alejo Domínguez.
Se dice que Wuotto pidió ser nombrada Secretaria General de la comuna.
También es conocida la animadversión de Wuotto en contra de Javier Arellano.
Este encono inicia el lunes 20 de noviembre de 2006 cuando todos los medios de comunicación de Puebla recibieron un documento en el que se describe una presunta red de tráfico y venta de menores en San Gabriel Chilac.
En la referida nota se aseguraba que Susana Wuotto Cruz era quien encabezaba esa presunta red.
Pese a que todos los diarios recibieron el documento CAMBIO fue el único medio que le dio tratamiento informativo.
Edmundo Velázquez entrevistó a Wuotto sobre los hechos.
En esa entrevista la perredista “sugirió” que Martín Barrios Hernández, el activista social, había sido el autor del citado documento.
Esta fue su declaración pública.
Sin embargo en privado siempre guardó algún tipo de resentimiento contra Javier Arellano.
Hoy Andrade Torres está directamente señalado como el agresor del periodista.
¿Coincidencia?
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