Juan Celis Aguirre / Puebla Sin Fronteras
Hace algunas semanas, publiqué un escrito en donde demuestro, con datos extraídos de la página electrónica de La Jornada de Oriente, que este medio de comunicación no ejerce el periodismo limpio e imparcial que presume, sino que se comporta como portavoz de quienes atacan al Movimiento Antorchista, a veces desde algunas esferas del poder gubernamental en Puebla, a veces desde el campo de la autoproclamada “izquierda” o de los “defensores de los derechos humanos” que, con honrosas y escasas excepciones, han hecho de esta actividad otra industria sin chimeneas.
Más del 90 por ciento de las notas que publica sobre nosotros ese diario, son ataques infundados. Se trate del tema que se trate, si se refiere al antorchismo, el lector no encontrará en ese periódico una postura equilibrada o imparcial, sino invariablemente un manejo tendencioso. No se trata de unas cuantas notas esporádicas, sino de una cantidad que daría material sobrado para quien se proponga llenar el Museo de la Intolerancia y el Sectarismo.
Pues bien, después de un silencio que revela incapacidad para contestar los datos duros y públicos que demuestran cómo nos atacan por encargo, sin incluir jamás nuestra versión y sin darnos el derecho de réplica ante acusaciones tan graves como los que ahí lanzan, quienes regentean ese periódico del que hablamos han vuelto a la carga. Y qué mejor recurso que sacar de su baúl a Fernando Cuéllar, que reaparece al frente de un nuevo membrete, formado por varios más de supuestos defensores de los derechos humanos, que dice irá a fines de mes a Huitzilan de Serdán, donde “obviamente se recabará información de viva voz de los pobladores de Huitzilan sobre la actuación de Antorcha Campesina”.
La nota está elaborada con la misma deshonestidad que ya hemos descubierto en otras ocasiones en ese diario; salvo el “gran” anuncio de que se unen varios ceros sociales para formar otro cero, se trata de cabo a rabo de un refrito del escrito firmado en enero por Josué Mota, que nos responsabiliza de todo lo malo de Huitzilan, desde el deterioro de un camino destruido por el huracán Stan, hasta violaciones y homicidios, todo sin la menor prueba e, incluso, sin que se tome la molestia de poner siquiera el nombre de la supuesta víctima o el autor de “las tropelías cometidas por integrantes de la organización priista Antorcha Campesina”, como dice “imparcialmente” la entrada. Así, en la nota de esta semana, firmada por Martín Hernández, casi idéntica a la que mencioné arriba, se habla de “un médico asesinado”, de “una adolescente violada y asesinada” y se hace responsable de ese delito a “cuatro sujetos que, posteriormente, los habitantes pudieron comprobar que pertenecen a Antorcha Campesina”, pero de los cuales “sólo fue capturado uno”. Sin ningún nombre, sin ninguna evidencia sólida de ninguna especie, se acusa a toda una organización, tomando como base lo que el mismo medio había publicado meses antes; o sea, con sus mentiras de enero, La Jornada de Oriente sustenta sus mentiras de abril; Poncio le sirve de testigo a Pilatos. Si ésa es la lógica que siguen, entonces les pido que publiquen como verdad que no se necesita comprobar ni argumentar, que “alguien” nos dijo que “uno de los directivos” de ese periódico cobra y recibe línea en Gobernación a cambio de una cuantiosa cantidad que permite sobrevivir a un medio con tan escasa circulación en el estado; que “otro directivo” recibe 25 mil pesos por llevarle la imagen a “un diputado” al que primero atacó mucho hasta que se ablandó, y que “ese mismo directivo” está furioso porque “el líder de una organización” no le quiso dar cien mil pesos al mes a cambio de ya no atacarlo.
Pero no hacen falta esas filtraciones para demostrar la falta de ética periodística del medio del que me ocupo hoy, basta con advertirle a la opinión pública que cada vez que hemos intentado hacer aclaraciones sobre éste o sobre cualquier otro asunto, verbalmente o por escrito, éstas no se toman en cuenta. He aquí una prueba reciente: el 19 de marzo del presente año se presentó una comisión en las oficinas del periódico, encabezada por dirigentes de Huitzilan y por autoridades comunitarias, entre ellas Sergio Cortés Cabrera, presidente auxiliar de Totutla -donde está el famoso camino descompuesto “por culpa de Antorcha”-, quien vino personalmente a declarar, después de haber mandado infructuosamente escritos a la redacción de La Jornada de Oriente y de publicar una carta abierta, que niega haberse reunido con Cuéllar o compartir los puntos de vista de éste sobre la situación en Totutla. De todas las aclaraciones que le hicieron los integrantes de la comisión al reportero (el mismo que firma la nota más reciente que comento), no se publicó absolutamente ni una palabra. No hay duda, estamos ante un caso evidente de abierto partidarismo protagonizado por ese periódico, coincidente, en todo, con la elevación de las presiones hacia Antorcha, por parte de quien opera la política del gobierno estatal poblano.
Finalmente, respecto a la anunciada visita de Cuéllar a Huitzilan, se realizará si él así lo decide invocando su derecho. Pero debe saber que el mismo derecho tienen los huitziltecos a mostrar su repudio a quien se alquila para hacerle el trabajo sucio a quienes los han masacrado y ahora quieren impedir su progreso. Pacíficamente, pero con mucha firmeza, el pueblo de Huitzilan sabrá mostrarle su profundo desprecio a quien pretenda ofenderlo con mascaradas por encargo.